Expertos en Nutrición han demostrado que el tiempo más importante de las comidas es el desayuno. En primer lugar, rompe un ayuno aproximado de 8 a 12 horas, y su aporte, equivale al 25% de la energía necesaria para un adecuado rendimiento físico y mental, y por supuesto un adecuado crecimiento peso/talla.
Los niños que desayunan bien, tienen mejor capacidad de atención, memoria y habilidad psicomotora. Por el contrario, los niños que NO desayunan bien, son menos eficientes en su desarrollo. El cerebro necesita un aporte especialmente importante en los niños pequeños, pues dependiendo de esa ayuda, así será para toda la vida su capacidad. Por lo tanto, el desayuno debe ser rico en proteínas y carbohidratos y preferiblemente bajo en grasas.
Pero, siempre hay un “pero”,…. a la hora del desayuno es cuando menos tiempo se tiene para comer….las carreras propias de la mañana hacen que muchas veces el niño se vaya literalmente “en ayunas” al colegio. Por ello, la industria alimenticia seria desarrolló productos como los cereales que son relativamente fáciles de preparar y de consumir y llenan los requerimientos necesarios de ese tiempo de comida.
Los cereales aportan carbohidratos, proteínas, almidones y vitaminas. Al administrarlos con leche blanca, es decir, sin colorantes o saborizantes artificiales, generalmente son muy bien tolerados. Facilitan el tránsito gastrointestinal, mejorando las evacuaciones y a largo plazo, ayudan a evitar problemas serios del aparato gastrointestinal, como lo son pólipos, cáncer de colon, y otro tipo de problemas en el adulto del sistema circulatorio.
Si el niño aprende a desayunar, desarrollará mejores hábitos alimenticios, por lo tanto, debemos esforzarnos en ser creativos y sacar el tiempo adecuado para que desayunen bien, ojalá frutas, cereales, pan, leche y/o huevo. No tiene que comer todo esto, algo de lo que se menciona, pero que lo haga con gusto. Haga un menú con su hijo y póngalo a escoger opciones, siempre y cuando sean nutritivas, de esa forma, lo involucra en la importancia del desayuno y no le impone usted el menú, ni la cantidad a consumir. Acuérdese que los niños no saben de dietas ni horarios, ni mucho menos de nutrición!
Dado que el niño tiene una capacidad gástrica reducida, no se necesita que coma grandes cantidades, por lo que es necesario ofrecer entonces pequeñas meriendas, como refacción, para mantener una adecuada nutrición. En otras ocasiones, ya hemos tocado el tema del abuso de químicos y colorantes o saborizantes artificiales y sus efectos deletéreos para la salud, pero debemos enfatizar en lo dañino que son este tipo de productos.
Embutidos de buena calidad, productos derivados de la leche como queso y yogurt, pan, galletas, frutas y verduras, pueden servir de complemento nutricional tanto para el desayuno como para la lonchera. Involucre a las autoridades del colegio de su hijos, para que estimulen “loncheras nutritivas” y desestimulen el consumo de comida chatarra que solo daño hace….si el niño ve que sus compañeros consumen ese tipo de comida, el también la pedirá. No les de dinero para la tienda del colegio, lo hemos dicho muchas veces: si las tiendas de los colegios vendieran comida sana, quebrarían! ahí solo venden productos nocivos para la salud de su hijo.
Un buen desayuno le enseñará hábitos alimenticios adecuados para toda la vida, no pierda más el tiempo y póngase a trabajar conjuntamente con sus niños, en un menú que sea del agrado de ellos y además cumpla la función del tiempo de comida más importante del día.
Por: Dr. Federico Ranero Cabarrús