Cuando llega el momento en la vida en que decides ser mamá, o bien, recibes esta grata sorpresa sin ser planificada te llegan muchas ideas a la mente, pero se te olvida una de las principales: pensar en que tienes que disfrutar al máximo esta etapa.
En ciertas ocasiones, por estar ocupándonos de las labores diarias se nos olvida ser felices y aprovechar la maternidad. Ante eso es importante que tomemos en cuenta los siguientes consejos, que a todas nos resultarán de gran ayuda.
En primer lugar, es necesario que aceptes que no eres perfecta, si estás cansada puedes saltarte algunos párrafos del cuento que le lees a tu hijo, tranquila nadie te está vigilando. Tampoco es un problema que por una noche sirvas un plato pre-cocinado en lugar de hacer una comida casera. Siempre debes tener claro que eres una persona y no un robot. Tus hijos te quieren porque eres su mamá, no porque seas perfecta. Lo mejor para ellos es que seas una mamá feliz.
Algunas mamás han dejado de sentarse en el piso a jugar con sus hijos, grave error, los bebés y niños pequeños disfrutan teniéndote a su altura. Procura pasar tiempo cada día sentada o tumbada en el piso con tus pequeños, ya sea leyendo libros, jugando o relajándote con ellos. Intenta dedicarles toda tu atención en esos momentos, y así cuando tengas que hacer otras cosas no te sentirás culpable.
¿Imposible tener la casa impecable? Efectivamente, es prácticamente imposible tener todo reluciente y perfectamente organizado cuando tienes niños pequeños. Es preferible dedicar tu tiempo libre a tus hijos que a limpiar, aunque con algunos trucos de limpieza la labor doméstica te resultará más fácil.
Si eres mamá primeriza, quizás quieras ver a tu hijo crecer rápidamente. ¡Alto! No tengas prisa en que tus hijos crezcan.
Tal vez quieras verlo gatear, con escuchar sus primeras palabras y con el día en que sea capaz de comer alimentos sólidos. Luego deseas que camine ya, que monte en bicicleta, que nade y así hasta que es adolescente y de pronto te encuentras con que tiene novia y añoras sus primeros años de vida. Por eso, disfruta cada etapa de su crecimiento porque es única e irrepetible.
Date un tiempo para recordar a tus amigas, no debes limitarte para hablar con tus amigas que también son mamás, así compartirán su valiosa experiencia. También, procura mantener el contacto con las que no tienen hijos. Así podrás hablar de cosas diferentes y no perder tu identidad. Usa las redes sociales y el teléfono, pero no te limites al contacto virtual. De vez en cuando pide a tu pareja, a tu suegra o a una persona responsable que cuide de tus hijos para poder salir con tus amigas.
Cuando empiezas con la maternidad, a veces, descuidas tu relación de pareja. No permitas que eso quehaceres y el cansancio hagan que te distancies de tu pareja. Procura ser cariñosa, tener comunicación constante y disfrutar del tiempo que pasan juntos. Además de reforzar su relación, los niños cuyos padres se muestran cariñosos, comunicativos y cómplices se sienten más seguros.
Chineate: No te sientas mal por desear dormir la siesta, ponerte una mascarilla o leer un libro. Permítete hacerlo y comprobarás que después tienes más energía para dedicarte a tus hijos. Si logras tener un tiempo para ti serás una mamá más relajada y feliz.
Vía: Mamalatina y mltmiami.