Hace varios meses tenía la curiosidad de cómo sería esa película que tanto esperaba, y entre los rumores, críticos y cortos llegó el día de ir a verla con mi hija de 6 años. “Intensamente”, una película que creí que iba a dejarle a ella un mensaje sin saber que cuando terminara era yo la que se llevaría tremenda lección y lloradera.
Además de haberme despertado muchos “insights”, Intensamente me recodó muchos momentos de mi pasado que se habían quedado engavetados en mi memoria. Soy de las que escarba recuerdos dentro de mi mente con solo sentir olores y sabores, tengo constantes “flashbacks” con cierta música, fotos, libros… por eso lloré tanto cuando vi la película, todo gira alrededor de nuestros recuerdos y lo que sentimos cuando vienen a nuestra mente.
Una película no solo entretenida sino reflexiva, así la considero yo. Terminé y salí de la sala pensando “A dónde se fue la isla de mis bobadas?”, “Ya ni recuerdo si tuve un amigo imaginario…”, “Cada vez que me despido de algún familiar que vive lejos, la isla de la familia tiembla”…
Para mi hija también fue una experiencia la película, e incluso me dio un tortazo cuando me dijo “Mama, yo siempre soy Alegría, pero cuando tú o papa me regañan, me controla Furia”. Así de ilustrativo y sencillo, una forma de identificar qué siente en qué momento.
Recomendada 100%, y por esto te comparto 5 razones por las que deberías llevar a tus hijos a ver Intensamente:
- Conociendo cuáles son las principales emociones que habitan en nosotros, nuestros hijos sabrán representar, ejemplificar o explicar un concepto tan complejo como éste. La forma de representar 5 emociones concretas (alegría, tristeza, furia, desagrado y temor) bajo un color, contexto y situación, será la forma más ilustrativa de identificarlas y conocer los sentimientos que desencadena cada una de ellas.
- Ahora que las conoces, comienza a validar los sentimientos, esto te ayudará a ti, como a tu pequeño para reconocer que todas las emociones son posibles dentro de la vida de una persona, pero que de acuerdo a las experiencias (buenas o malas) cada una se intensifica o disminuye al punto de desaparecer de vista, por esto es tan importante validar cada una de las emociones, para poder dar lugar a las demás como consecuencia. Por ejemplo, si tu pequeño llora porque perdió su juguete favorito, consolarlo, comprenderlo y apoyarlo en buscarlo, producirá en el él una sensación de bienestar y tranquilidad a esa ansiedad producida por el temor y la tristeza de haberlo perdido.
- Inteligencia emocional es el resultado que queremos obtener al conocer y validar nuestras emociones y sentimientos apropiadamente, un concepto claramente representado en el rol de la mamá durante la película, alguien que a pesar de las circunstancias y las emociones que está sintiendo, sabe siempre mantener el balance entre lo que está pasando dentro de ella y lo que está viviendo, un excelente ejemplo de que a pesar de las circunstancias, siempre se puede mantener la calma.
- Empieza a cambiar las dinámicas en casa. A partir de que vimos la película junto a mi hija, se le ha hecho más fácil identificar y asociar lo que está sintiendo con lo que está viviendo, reduciendo de este modo la sensación de frustración por no ser comprendida emocionalmente.
- El llamado a la reflexión que nos hará apreciar, valorar y atesorar los recuerdos y momentos que la vida nos regala en cada día, y así también nos hará cuestionarnos en dónde quedaron guardados y a dónde se fueron aquellos episodios de nuestra niñez, cuando disfrutábamos reírnos por nada, cuando éramos más libres y más espontáneos, menos calculadores y aburridos. Cuando éramos los niños que ahora nos cuesta encontrarlo.