Cuando escuché por primera vez esta palabra en el diagnóstico del pediatra pensé que sonaba extravagante y sofisticada, y en efecto que sus síntomas serían tan extravagantes como me sonaba el nombre, y es que el pasado sábado la menor de mis hijas con tan solo 13 meses de edad desarrolló este virus que contrajo quién sabe de dónde, solo puedo resumir mis últimos 3 días en las siguientes palabras: fiebre, desvelo, dolor de garganta y sin apetito.
Cuando supe qué era lo que causaba en mi bebé esas fiebres tan altas, la falta de apetito y los gestos de dolor al tragar, entré a hacer una búsqueda rápida por la web, donde encontré: “La herpangina es una enfermedad viral que consiste en úlceras y llagas (lesiones) dentro de la boca, dolor de garganta y fiebre”, las que mi hija desarrolló hasta llegar a 40°C teniéndola que bañar en agua tibia por media hora para lograr que bajara. “La herpangina es causada típicamente por los virus de Coxsackie del grupo A, los cuales son contagiosos. Su hijo está en riesgo de contraer herpangina si alguien en la escuela o en la casa tiene la enfermedad.” y en efecto, mi pequeña estuvo desarrollando los síntomas luego de que nuestra niñera desarrollara una semana antes algunos parecidos:
- fiebre
- dolor de cabeza
- inapetencia
- dolor de garganta o al tragar
- úlceras en la boca y la garganta, y en algunos casos en los pies, las manos y los glúteos.
La enfermedad es altamente contagiosa en personas con bajas defensas, por lo que es necesario mantener medidas de higiene para evitar la proliferación, tales como lavar las manos con frecuencia. Algunas recomendaciones que me ayudaron mientras desarrollaba el virus:
- Tomar paracetamol (Tylenol) o ibuprofeno (Motrin) oral para la fiebre y la molestia, según lo recomendado por el médico.
- Tomar diclofenaco (Cataflam) para desinflamar si fuera el caso.
- Aumentar la ingesta de líquidos, especialmente de productos lácteos fríos. Hacer gárgaras con agua fría (si la edad se los permite) y comer helados. Evitar las bebidas calientes y los cítricos.
- Consumir una alimentación no irritante (los productos lácteos fríos, incluido el helado, muchas veces son la mejor opción durante una infección por herpangina. Los jugos de frutas son demasiado ácidos y suelen irritar las llagas en la boca).
- Usar anestésicos tópicos para la boca, de modo que puedan tener un efecto “adormecedor” previo a ingerir los alimentos y evitar la molestia.