Por: Nancy Chang
Para Mundo de Mamá
Cuando tenemos una familia emigrante y queremos conservar o fortalecer los lazos familiares, cómo explicarles a nuestros hijos que aún seguimos siendo familia pero que únicamente vivimos lejos?.
Soy parte de una familia con un historial emigrante, mi abuelo paterno vino a principios de 1900 de la China y se situó en Guatemala -Centroamérica-, mis papás y algunos de mis hermanos actualmente viven en Norteamérica -Florida-, al igual que otros de mis hermanos -Las Vegas y Nebraska-, mi hermana es esposa de un emigrante -Irak- y otra parte de la familia vive en Guatemala -Centroamérica-; por si fuera poco, tengo primos que viven en varias ciudades de varios países. De lado de mi pareja, su papá reside en México, su hermana está por mudarse próximamente a Norteamérica y su tío es de origen español. Pareciera que los genes emigrantes predominan de ambos lados de la familia y que es parte de nuestra historia familiar el convivir a distancia.
El tema no resulta tan complejo o difícil de aceptar para los adultos, pero sí para los niños, más aún cuando ellos no tienen un concepto claro acerca de la relación del tiempo y distancia. Me ha sucedido en repetidas veces que mi hija me pregunta insistentemente por sus abuelos “Pupe” y “Yeye” e incluso me pide los fines de semanas que vayamos a su casa -como si fuera tan fácil montarte al avión e ir- pero son cuestiones que ella no comprende, para ir tienes que planificar y sobre todo ahorrar. En el caso de mi hermana que reside en Nebraska, he sido protagonista del crecimiento de mis sobrinos a través de una cámara fotográfica, Facebook o Skype, nunca he tenido la oportunidad de ir a las ciudades donde han vivido por varias razones -distancia, tiempo, dinero, planificación- y siempre se convierte en prioridad ir a visitar a mis papás, pero lo hemos sabido manejar muy bien, mis sobrinos a pesar de la distancia siempre interactúan con mucho entusiasmo a través de la cámara y las pocas veces en que nos hemos juntado ya sea en Guatemala o en la Florida, ellos nos acogen con el mismo cariño y empatía como si nos vieran seguido en persona.
El viernes pasado fue el cumpleaños de una de mis hermanas -la sexta- y fuimos a verla para cantarle el “happy birthday”, mi cuñado que es bastante “techy” -al igual que mi esposo-, compró un adaptador del Apple TV y pudimos conectar el Face Time del iPhone a la TV y poder pasar un tiempo en familia a distancia, mi hermana de Nebraska pudo ver cómo me ha crecido la panza a mis 5- 1/2 meses de embarazo, mientras que mi sobrina y mi hija bailaban frente a la pantalla para darles un show de baile a mis sobrinos y mi hermana nos dio un tour por su casa; toda una experiencia tan cálida y cercana gracias a la tecnología.
Mis papás vienen a visitarnos con frecuencia y para momentos y fechas especiales en familia, la última vez fue para Navidad y Año Nuevo; con mi esposo siempre tratamos de planificar un viaje en familia al año para ir a visitar a mis papás, de modo que mi hija pueda también convivir con ellos en su hogar y ellos disfrutarla en persona. La próxima semana estamos viajando a Florida y estaremos visitando a mis papás y algunos de mis hermanos, justo para poner en práctica lo anterior, para que vean cómo ha avanzado mi segundo embarazo y para que mi pequeñita pueda disfrutar el verano en casa de sus abuelos “Pupe” y “Yeye”; claro, todo requiere un esfuerzo y sacrificio en cuestión de planificación, pero se ve recompensado cuando todos nos reunimos en familia, esos momentos que te llevas para la eternidad.
En el caso de mi esposo, su papá y hermanos -que viven en México- estuvieron las pasadas fechas navideñas de visita y mi hija disfrutó tanto su presencia que a la fecha recuerda -a sus cortos 3 años- el lugar al que los llevamos a comer, recuerda también que su abuelo le enseñó a dibujar caritas por primera vez, que tiene poco pelo y que usa gafas para ver… próximamente nos conectaremos al Skype para que pueda compartir con él antes de que se vaya a un retiro budista por 3 meses.
Quienes tenemos familias emigrantes nos toca solucionar estas barreras de distancia de varias maneras, algunas creativamente y otras gracias a la tecnología; si tienes familia en el extranjero y te cuesta mantener una relación cercana, te sugiero que pongas en práctica estas sugerencias que te podrán ayudar a que tus hijos comprendan que la familia sigue siendo familia, y que solo se interpone la distancia:
1. Redes Sociales: abre un perfil en Facebook para documentar tu vida de forma escrita y fotográfica, de esta forma podrás compartir con tus más cercanos los momentos más relevantes de tu vida, también puedes optar por Instagram si lo tuyo son fotos, o YouTube si te gusta más documentarlo todo en video.
2. Smart Phone: un teléfono celular de alta gama te permite bajar aplicaciones que te acercarán más a tu familia, en el caso del iPhone puedes optar por Face Time -video llamada-, Instagram -foto blog-, Facebook -red social-, Voxer -chat de voz-, Whatsapp -chat- y Skype -video chat-, de modo que te contactarán en el momento preciso en donde estés.
3. Skype: esta aplicación te permite comunicarte vía visual y audio, de modo que puedes por medio de una cámara de video, chat y voz comunicarte con tus seres más cercanos como si fuera una llamada local con la facilidad del internet a través de tu computadora o WiFi en el caso de tu teléfono.
4. iPad – Apple TV: con herramientas y adaptadores como el Apple TV, podrás conectar tu iPad en la TV y poder tener una videoconferencia en la pantalla de tu televisor para no perderte ningún detalle.
5. Ahorra y viaja: si tienes familia viviendo en varias ciudades, lo más recomendable es que coincidan en una fecha o temporada y punto medio de encuentro para reunirse, ahorren anticipadamente y podrán viajar a una ciudad o punto intermedio donde podrán verse en persona.
Tienes alguna otra idea?, es importante cultivar los lazos fraternales cuando se vive lejos, de este modo tu familia no sentirá la distancia y tus hijos crecerán con la imagen de su familia tan cerca como en persona.