Por: Carolina Solís
Para Mundo de Mamá
Mi papá era de los que en sus tiempos le dejaba las citas con el pediatra a mi mamá, por cuestiones laborales, o de los que preferían que ella se encargara de cambiarnos los pañales. Otras tareas, como asolearnos, sacarnos el cólico o incluso darnos biberón sí parecía congeniar mejor con él, pero definitivamente los tiempos han cambiado.
Ahora que mi esposo y yo llevamos a nuestro bebé al médico lo menos común es ver a mujeres solas. La mayoría, no importa el día y la hora que sea, va con su marido o pareja. Además, es evidente como están definitivamente más involucrados que en el pasado en esos cuidados comunes.
El asunto es si más involucrados basta para nosotras, o si realmente es parejo lo que las mamás y los papás hacemos por nuestros bebés o incluso si eso es importante o no.
Hace poco leí una columna del New York Times Magazine, en la que una mujer le reclamaba a su marido que no la ayudaba suficiente en las tareas del bebé y él se justificaba diciéndole que él creía que a ella le gustaba hacerlas.
En la publicación, revelaban datos de un estudio desarrollado en la Universidad de Virginia que indicaba que las mujeres disfrutan más los cuidados habituales, como cambiarlos, o levantarse a media noche para atenderlos que los hombres y que esto tiene un origen biológico.
Como es sabido, los niveles de testosterona son menores en las mujeres, pero lo que descubrí en la columna es que con la llegada de un bebé a un hogar estos disminuyen en el padre como un mecanismo biológico para fomentar su vínculo con el infante. O sea, que las hormonas tienen un papel preponderante.
Pero por ahí resuena también el tema cultural o económico como razones de peso para que el hombre celebre menos estas atenciones. Menciona que, a pesar, de que en países europeos como Suecia los hombres tienen derecho a 480 días de beneficio cuando nace un hijo, solo aprovechan el 20% de este tiempo, mientras las mujeres lo hacen casi en su totalidad.
Yo particularmente también me he quejado con mi esposo y él lo que ha sentido es que por más que haga no me queda lo suficientemente bien. Sin embargo, leyendo una lista de 17 tareas cotidianas que se mencionaban para ver qué tan interesado está en hacerlas, su puntaje fue similar al mío.
Aquí les comparto la lista, para que definan ustedes mismos, qué tanto disfrutan sus parejas estas actividades:
- Comprarle ropa al bebé
- Confortarlo
- Recogerlo de la guardería
- Hablar sobre el niño con un familiar o quien lo cuida
- Cuidarlo cuando se enferma
- Bañarlo
- Buscar consejo sobre su cuidado
- Levantarse en la noche a cuidarlo
- Cambiarle los pañales
- Llevarlo al doctor
- No ir a trabajar para cuidarlo
- Alimentarlo
- Comprarle juguetes o libros
- Hablarle
- Lavarle o cocerle la ropa
- Limitar sus actividades sociales para atenderlo
- Jugar con él