El enorme poder de mi pequeña liliputiense

Por: Nancy Chang

Para Mundo de Mamá

@nachis_

Has escuchado hablar que a los dos años los pequeños se vuelven como liliputienses, desafiantes criaturas de apenas pocos centímetros de altura que se creen con el mismo poder o más que el mismo Gulliver… oh sí!… recordemos el viaje de Gulliver a Liliput:

“…después de un naufragio Gulliver despierta prisionero en una isla de pequeñas personas de 15 cm de alto…, Gulliver al ganarse la confianza de los pequeños, le dan una residencia en Liliput para convertirse en el favorito de la corte…, Gulliver ayuda a Liliput en sus batallas con Blefuscu…, pero basta con desagradar al rey para ser acusado de traición y condenado a ser cegado por los liliputienses…”.

Pero qué tiene en común mi pequeña con los liliputienses? y es que nuestros pequeños han descubierto una etapa y momento en su vida en que se creen tan poderosos y  libres como el viento como para tomar la decisión que quieran y desafiar a sus padres en la instrucción que les demos. Bienvenidos los dos años! Es una situación compleja muchas veces, porque esta criaturita de 2 años y aproximadamente de la mitad de nuestra altura, cree dominar el mundo entero con sus caprichos a la primera rabieta, gritos o zapateada al suelo, y a veces lo logran conquistar de este modo!

Has pasado momentos tensos en el supermercado cuando quiere abrir una bolsa de caramelos que dijiste que no llevarás?, has intentado darle de comer en algún tiempo de comida como que fuera la hazaña más complicada en tu vida?, has tratado de bañarle, vestirle y cepillarle el cabello y dientes como que fuera deporte extremo para ti? has tardado más de una hora intentando que tenga sueño para finalmente llevarle a dormir pero la hora se prolonga a 2 ó 3?; éste es un liliputiense desafiando el tamaño de Gulliver: sus papás… y nos tienen atados completamente como lo hicieron con Gulliver.

Mamás como yo: las invito a que no nos compliquemos la vida poniéndonos al mismo nivel y tamaño que un liliputiense, pero para esto hay que marcar límites que sólo con disciplina de padres siempre dentro de lo correcto podemos fijar aplicando técnicas como la del tiempo fuera o time out, respirar profundo, guardar la calma, mantener nuestra postura ejemplar, contar muchas veces de 1 hasta 100 y hasta que la paz nos alcance…

Imagen vía: itsnotlate.wordpress.com