Estoy teniendo un momento difícil durante mi embarazo. Podría ser porque he ganado mucho peso. ¿Podría ser porque duermo por lapsos de 45 minutos, voy seguido al baño durante la noche, estoy rodando la cama de un lado a otro buscando reacomodar mi almohada?. ¿Podría ser porque mi hijo (el que ya tiene 2 años) se ha convertido en alguien irritable, y la fiebre que tuvo la semana pasada y cansancio acumulado ha provocado un aumento de peleas entre mi marido y yo. Todo esto hace que me sienta con el ánimo bajo.
Casi nadie habla de la depresión durante el embarazo, debido a que se supone que las embarazadas están teniendo un momento lleno de felicidad. De hecho, profesionales de la salud pensaban que las mujeres embarazadas no podían sufrir de depresión debido a las hormonas del embarazo. Se creía que las hormonas protegían contra los trastornos del estado de ánimo como la depresión, dejando a las mujeres más vulnerables a la enfermedad después de que el bebé nacía y sus niveles hormonales bajaban. Ahora creen que el rápido aumento en los niveles hormonales en el inicio de la gestación pueden alterar la química del cerebro y conducir a la depresión durante el embarazo. El embarazo es un momento emocionante, alegre, claro que lo es … pero también es una etapa dura para algunas. De hecho, cuando una mujer entra en el embarazo sin preparación y luego le hace frente a los cambios extremos físicos y emocionales, podría ser más propensa a la depresión. Pero la idea de que el embarazo sea un tiempo glorioso, en ocasiones puede hacer que sea más difícil de diagnosticarse la depresión y la ansiedad, porque las mujeres pueden confundir sus sentimientos, hasta el mal humor, estereotipos hormonales que a menudo acompañan el embarazo.
Imagínate todos los cambios que experimenta tu cuerpo exterior como interiormente! Es una locura! Ganar mucho peso, vomitar, orinar constantemente, hemorroides, acné, dolor de huesos, estrías … Como los cambios emocionales: darle atención necesaria al bebé, cubrir las necesidades físicas del recién nacido, alimento, vivienda, familia, etc. Claro, todo vale la pena, pero en realidad esto no hace de esas noches sin dormir nada más soportable. Según AmericanPregnancy.org, cerca del 10-20% de las mujeres tiene que luchar con algunos de los síntomas de la depresión durante el embarazo, y algunas van a sufrir de depresión mayor.
Algunos de los siguientes síntomas, como fatiga o dificultad para dormir, son comunes en mujeres sanas durante el embarazo. Pero cuando se combina con un sentimiento de tristeza o desesperanza comienzan a interferir con su capacidad para desempeñarse, la depresión podría ser culpable.
Éstos son algunos de los síntomas:
* Constante tristeza
* Dificultad para concentrarse
* Dormir demasiado o muy poco
* Pérdida de interés en actividades que usualmente disfruta
* Culpa inapropiada o sentimientos de inutilidad o de desesperanza
* Ansiedad
* Sentimientos de culpa o inutilidad
* Cambio en los hábitos alimenticios
* Desinterés repentina por la pareja
También se puede calificar la depresión con comentarios como, “Estoy teniendo un momento difícil. Voy a estar bien. Pero los días y los días pasan, y no me siento bien”. Cuando no tienes ganas de hablar sobre lo mal que te sientes, eso es exactamente cuando necesitas hablar con alguien acerca de lo mal que te sientes. Infórmate. Tu salud emocional es tan importante como tu salud física y, a menudo puede afectar tu salud física.
Si estás esperando tu primer hijo, y empiezas a tener momentos de pánico todos los días cuestionándote ¿Seré una buena madre? ¿Sabré qué hacer? ¿Y si llora todo el tiempo?. Lo mejor que puedes hacer es hablar de ellos. Habla con tu pareja, tu médico, otras madres, consulta en blogs, incluso aquí mismo. Porque lo más seguro es que otras madres han experimentado lo mismo que tu. Y si vas a tener tu segundo hijo puede que pienses ¿Cómo voy de compras al supermercado con dos niños? ¿Se puede hacer? ¿Puedo hacer esto? Cálmate y observa que hay más mujeres que están haciendo lo mismo en todas partes, todo el tiempo y sí pueden hacerlo. Si tienes miedo, estrés, confusión, ansiedad, dícelo a alguien. No es un fracaso, es triunfar sobre la depresión. Lo más importante es que alguien sabe lo que se trata y puede tratar de ayudarte. Nunca trates de enfrentarte a la depresión sola.
A veces, el sangrado en el tubo digestivo no se manifiesta por sangre roja en las heces, sino por sangre negra y pegajosa (melenas). Sin embargo, algunas comidas (calamares en su tinta, espinacas) o medicamentos (hierro, bismuto) pueden causar heces negras. Si se observan heces negras de causa desconocida Hemorroides Internas, se debe consultar inmediatamente a un médico.