Hoy día ya no se habla de estimulación temprana, pues se había extendido entre los padres de familia la falsa noción de que se pretendía formar niños genios o superdotados. En realidad se trata de estimular el cerebro de los pequeños, de manera que más adelante estén lo más y mejor preparados para seguir aprendiendo.
Estimulación adecuada es sinónimo de un método pedagógico específico, basado en teorías científicas y estudios neurológicos. No es simplemente una serie de ejercicios, masajes o caricias sin propósito alguno. “Durante los primeros tres años se desarrollan en el niño los fundamentos neurológicos de lo que dependerá su futuro crecimiento intelectual. A los siete años dejan de producirse estas conexiones entre neuronas. Con la estimulación se ayuda a que estas conexiones sean las más y mejores posibles”, comenta Kathleen Aitkenhead.
Los padres son los mejores y más importantes maestros de los niños durante esta etapa de su vida. Por eso es básico que ellos se informen y estimulen a sus bebés adecuadamente. “Lo ideal es que la mamá se involucre en un programa de estimulación prenatal, a partir del sexto mes de embarazo, cuando los sentidos del bebé ya están desarrollados para recibir información o estimulación del medio exterior,” agrega Aitkenhead. “El bebé, en realidad, está listo para seguir siendo estimulado desde el día que nace, pero los médicos recomiendan involucrarlos en la estimulación adecuada hasta los dos meses, pues antes su esquema de vacunación no se ha consolidado”.
Así como no estimular al bebé es un gran error, estimularlo mal es grave. Por eso el programa de actividades para su pequeño debe ser dirigido por profesionales. Los ejercicios deben incluir áreas de su desarrollo como el motriz, el sensorial, el cognitivo, afectivo social y creativo. “Toda buena estimulación debe ser novedosa, interesante, variada y alegre, con el objetivo primordial de aprender jugando, además de fortalecer el vínculo entre madres e hijos”, concluye Aitkenhead.
Para elegir un centro de estimulación adecuada
- Pregunte si cuenta con personal especializado y calificado (psicólogos, maestros, etc.)
- Pregunte en qué área de desarrollo se enfoca la actividad del centro. Lo ideal es que sea un programa integral.
- Pregunte cómo dividen los grupos. Es importante que los niños estén en la misma etapa de desarrollo.
- Tome en cuenta que los grupos no deben ser muy grandes para que la maestra pueda brindar a los niños la atención adecuada.
- Es imprescindible que la clase sea corta, un niño cansado no aprende.
- El centro debe tener material en buen estado, llamativo, apropiado para las edades de los niños. Fíjese que, además, esté limpio y ordenado.
- Opte por tomar la clase de prueba gratis, así podrá experimentar con su pequeño el tipo de actividad que ofrece cada centro.
Por: Ana Isabel Villela
Vía: Moms & Tots
Moms & Tots
10a Avenida, 10-50, zona 14 Centro Comercial Plaza Futeca
Tel.: 2366-7897