Un reto con el que nos enfrentamos todas las madres es lograr que nuestros bebés duerman la noche completa, pero ¿existirá realmente una forma de lograrlo o simplemente será cuestión de suerte?. Puedes poner en práctica varias técnicas o bien conocer detalles que te harán dominar mejor el tema.
1. Diferenciando el día y la noche: es difícil lograr desprogramar el reloj biológico que traen los bebés desde el vientre materno, recuerda que dentro de nosotras todo el tiempo es “de noche” y al venir al mundo ellos no logran distinguir entre horarios de día y de noche, para esto es importante que durante el día lo expongas a la luz, es decir, acércalo a una ventana y a espacios iluminados. En cuanto a sonidos, procura que tu hogar siga con la misma rutina, que los ruidos sean los de costumbre, no sobre protejas a tu recién nacido haciendo que todo sea silencio rotundo, porque sino no logrará encontrar una diferencia entre la noche, cuando ya todo está en silencio. Anticípale a tu bebé cuando está cayendo la noche, enséñale a través de la ventana para que reconozca la diferencia y comience a entender el concepto.
2. Prepara una rutina: las rutinas son la clave del éxito, son los primeros pasos para una disciplina infantil, la rutina hará que tu bebé se vaya preparando día con día y sepa por secuencia qué es lo que le toca hacer después de cada cosa. Tú decides cuál sería la rutina que más te convenga, puedes pensar por ejemplo: ponerle música, lo bañas, le pones la pijama, le das de comer y luego lo acuestas a dormir. Trata de ser consistente y constante en la rutina, porque son procedimientos que por asociación tu bebé va reconociendo. Cuando son pequeños, los bebés responden a rutinas, no a horarios, ellos no saben de tiempo. Además que un bebé que se va a dormir con el pañal seco y bien alimentado, es un bebé que duerme por períodos más largos.
3. Llévalo adormitado a la cuna: cuando hablamos de llevarlo adormitado, nos referimos a que tu bebé no haya caído en un sueño profundo, que simplemente esté con sueño y así tu puedes llevarlo a la cuna justo en el momento cuando él se dormirá por su cuenta. Esto te ayudará a que si se despierta en la noches, tu bebé sabrá cómo dormirse de nuevo y no serás tú quien lo tenga que cargar para dormirlo nuevamente.
4. Aprende a diferenciar la demanda de tu bebé: está comprobado que los bebés menores de 3 meses sólo responden a la demanda de alimentos que necesitan, es decir, los bebés de 0 a 3 meses que se despiertan durante la noche son aquellos que tienen hambre de algún modo o se sienten sucios, mojados o con frío. Los mayores de 4 meses ya pueden seguir patrones de sueño que puedes tú corregir con el tiempo, porque ya es una etapa en la que puedes introducir poco a poco alimentos preparados, y un bebé bien alimentado es un bebé que duerme completamente.
5. Deja que practique pequeñas siestas: durante 3 ó 4 meses tu bebé podría estar haciendo dos siestas largas o bien 3 siestas cortas de 45 minutos hasta los 9 ó 10 meses. Las siestas son sólo una recarga de energía, te cuidado que no se alarguen tanto o bien que no sean tan cerca a la hora de dormir porque esto podría darte problemas a la hora que ya tengas que llevarlo a dormir por la noche.
6. Trata de ser flexible: con el primer hijo es fácil mantener un horario, pero con el segundo lo más frecuente es que el primero despierte al segundo, ya sea porque hace ruido o simplemente porque lo despierte para que ambos vayan a jugar. La flexibilidad te hará sentir tranquila y no te hará estresarte.
7. Conoce las señales de sueño de tu bebé: frotarse los ojos, bostezos, dar pataditas de forma rítmica son señales físicas y fáciles de detectar cuando tu bebé tiene sueño, puede ser una siesta pequeña si estás durante el día o puede ser que comiences la rutina de ir a dormir, en el caso de la noche. Observa y conoce cuáles son las señales de tu bebé.
8. Sé consistente, no cambies las reglas para ir a dormir: cuando hablamos de esto nos referimos a que los bebés pasan por varias etapas que hacen que se despierten durante su primer año y medio, ya sea la etapa de dentición o la etapa de pesadillas; por nada del mundo trates de cambiar la rutina una vez hayas comprobado que ya te había funcionado, basta con sólo acercarte, y darle suaves palmaditas en su cadera de modo rítmico acompañadas de un suave “sh-sh-sh-sh”, acércale la frazada o peluche favorito de modo que le des seguridad, o bien si se ha despertado de dolor por dentición, consúltale a tu médico si puedes darle algún tipo de anestesia local para aliviar el área.
9. Tu cama es tuya, y la de tu bebé es la de él: por nada lo pases a dormir contigo, obviamente te puede resultar más cómodo, pero hacer camas familiares son un arma de doble filo, esto hará que cuando quieras pasarlo a su cuna nuevamente él se pregunte “¿por qué me están separando de mamá?” y esto escala a largo plazo a problemas de intimidad con tu pareja, cada uno debe tener su propio espacio. Los bebés deben dormir en su propia habitación y son capaces de hacerlo al llegar a los 3 meses, de esta manera no desconocerá su espacio y reconocerá su lugar para descansar.
10. Lo básico que debes saber y aprenderte: un breve resumen te puede ayudar tanto como a muchas nos ha ayudado.
– No prendas la luz directa durante la noche para alimentarlo, ponle una luz de paso o luz nocturna
– No le cambies pañal durante la noche si tiene pipí, únicamente hazlo si tiene popó. El pipí lo mantiene calientito y evita que le dé frío mientras duerme.
– Acuéstalo somnoliento, no dormido completamente.
– Llévalo a dormir recién alimentado y recién cambiado.
– No le cambies el pañal antes de alimentarlo, porque seguramente lo volverá a ensuciar.
– No lo levantes de la cuna durante la noche, al menos que lo vayas a alimentar.
– No le hables, sólo hazle “sh-sh-sh-sh-sh” y dale suaves palmaditas rítmicas con tu mano en su cadera.
– Practica una rutina y no la rompas.
– No lo pases a dormir a tu cama.
– Pásalo a su propia habitación cuando cumpla 3 meses, esto le dará su espacio y asociará que ése es su lugar. Mientras antes lo hagas más confiado de su lugar estará.
